Es sorprendente las numerosas acepciones y sobre todo expresiones que recoge el DRAE para la voz lanza. Pero nosotros destacaremos solo dos locuciones, por lo parejas y disímiles que resultan a la vez. La primera, «Romper lanzas», significa: «Quitar las dificultades y estorbos que impiden la ejecución de algo»; mientras que la más extendida «Romper una lanza» es: «Salir en defensa de alguien o algo».  

El origen de la segunda procede de las justas medievales, donde dos caballeros se enfrentaban con armadura y una lanza de madera. Sin embargo, no ganaba el que primero rompía el arma del adversario, sino el que lograba permanecer a caballo. La naturaleza de la frase tiene que ver, en realidad, con aquellas ocasiones en que, a causa de edad o indisposición, un tercero podía sustituir al rival no apto para el combate, por lo que aquel «rompía una lanza» por este, se ponía a favor de su causa.