Corrección de textos

Revisión y corrección lingüística
 

Este servicio se aplica a todo tipo de textos:

Libros – Revistas – Obras literarias – Tesis y tesinas – Proyectos – Currículos – Ponencias – Presentaciones – Conferencias – Documentos oficiales – Anuncios publicitarios – Paneles – Catálogos – Folletos – Notas de prensa – Cartas de presentación – Páginas web – Manuales de instrucciones – Informes – Boletines – Circulares – Comunicados internos – Correo electrónico – Correspondencia

 

 

La revisión o corrección lingüística de un texto es una fase imprescindible en la publicación de cualquier escrito. Los errores lingüísticos, bien por desconocimiento, bien por falta de atención o tiempo a la hora de redactar, causan recelo o extrañeza en el lector y pueden llegar a dificultar que el mensaje se entienda con la exactitud necesaria. Esta circunstancia a menudo perjudica la credibilidad de un autor o la imagen de un negocio, por lo que resulta necesaria la figura del corrector de textos.

Niveles de corrección

 

Corrección ortotipográfica y gramatical

Corrección ortotipográfica y gramatical

Mediante este servicio se detectan y eliminan las faltas ortográficas, se resuelven los fallos de acentuación o puntuación, se corrigen los errores gramaticales y se unifican aquellos criterios tipográficos que no siempre se emplean como es debido (uso pertinente de negritas, cursivas o mayúsculas; ajuste de títulos, subtítulos o enunciados; elaboración de referencias bibliográficas, índices, etc.). De este modo, nuestro escrito será apropiado, transparente y, en consecuencia, comunicativamente eficaz.

Corrección de estilo

Corrección de estilo

En esta área se interviene para mejorar el discurso, procurar la coherencia, adecuar el tono al contenido del texto, así como mejorar y enriquecer el léxico para conferir mayor exactitud al mensaje.

Mediante este proceso se resuelven errores frecuentes en el uso de la lengua –leísmo y dequeísmo, extranjerismos o palabras políticamente incorrectas–, se da un empleo apropiado, por ejemplo, a los tiempos verbales y, entre otras intervenciones, se evitan las repeticiones léxicas. Al final, obtenemos un texto claro, ordenado, preciso y de mayor capacidad persuasiva.